‘Altered Carbon’: 5 cosas que aprendimos del futuro al ver la nueva serie de

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Si eres usuario de Netflix, seguramente has visto que entre los estrenos de febrero hay una nueva serie llamada Altered Carbon; si no lo notaste, no te preocupes: mucha gente pensó que se trataba de Blade Runner. Y, en cierta forma, no estaban equivocados.

Creada por Laeta Kalogridis y basada en la novela homónima de Richard K. Morgan, Altered Carbon es una distopía futurista. En ella, los humanos han conseguido desarrollar una tecnología que les permite regresar a la vida cuantas veces quieran.

En esa realidad, un hombre millonario de nombre Laurens Bancroft (James Purefoy) es asesinado. Al reencarnar, decide traer de vuelta a la vida a un soldado de élite y prisionero por rebeldía llamado Takeshi Kovacs (Joel Kinnaman), para que lo ayude a atrapar al culpable. Si lo logra, este obtendrá su libertad. A partir de ahí todo se convierte en un drama a lo cyberpunk, que nos invita a reflexionar sobre lo peor y lo mejor de la naturaleza humana.

Aunque su historia podrá recordarnos a muchos experimentos de la ciencia ficción de años pasados, la serie es una buena oportunidad para meditar sobre el futuro que podría esperarnos como especie. En GeekPill te invitamos a hacerlo, contándote 5 cosas que aprendimos del futuro al ver Altered Carbon, SIN SPOILERS.

El futuro sigue siendo oscuro

Para los creadores de historias de nuestro tiempo, el futuro sigue siendo un lugar oscuro. Desde clásicos como 2001: A Space OdysseyBlade Runner o Brazil, hasta nuestros días con MatrixBlack Mirror, todo lo que huela a tecnología y futuro es motivo para el drama y no para la comedia.

Altered Carbon mantiene esta tradición. Lo podemos ver simplemente en su paleta de colores: los únicos colores vivos provienen de luces de neón y están atrapados entre muros oscuros gigantescos. A la ciudad no le importamos, a la tecnología y al capital que la mueven tampoco les importamos, y la serie se encarga de hacernos sentir eso desde el primer momento.

‘Altered Carbon’, el futuro se sigue pareciendo a ‘Blade Runner’

Nuestras almas serán memorias portátiles

Si estás demasiado apegado a tu cuerpo, el siglo XXIV no es para ti. Toda la idea de Altered Carbon va de dejar tu cuerpo atrás y tomar otro cada vez que quieras volver a la vida.

Los seres humanos hemos conseguido esto -bueno, “ellos”, no nosotros- al convertir la mente en una especie de memoria portátil. Esto se logra a través de unos dispositivos implantados entre el cerebro y la columna, que almacenan los recuerdos que luego pasan de un “cuerpo-funda” a otro. Estos dispositivos son lo más cercano que podríamos a estar a un alma. Si destruyen el tuyo, no tendrás posibilidad de regresar a otro cuerpo.

Eso si, es importante que no te maten dándote un golpe en la nuca (que es donde está la pila) porque si se rompe, te mueres de verdad.

La identidad es un vicio del pasado

Al hacer del cuerpo algo prescindible, la serie nos obliga a enfrentarnos con un tema superior al asesinato y la intriga que nos presenta: la noción de identidad.

¿Quién es Takeshi Kovacs? No es su cuerpo original (interpretado en flashbacks por Will Yun Lee), ni tampoco su pasado como soldado rebelde que luchó contra el nuevo orden mundial. En el futuro es un arma, un instrumento que lucha por salvar los restos de su propia libertad, cumpliendo órdenes para un ser que desprecia. Su nuevo rostro no le dice nada. ¿A qué puede aferrarse, entonces, para reconocerse como lo que es? La pregunta sigue abierta, pues cada espectador debe respondérsela a sí mismo.

Como dato curioso, la serie lleva esta idea a tal punto que es posible que, de hacerse otra temporada, el personaje de Kovacs no sea interpretado por Kinnaman, sino por cualquier otro actor, pues este ya ha explicado que de momento solo ha firmado contrato por una temporada.

No hacía falta explicarlo, pero: el dinero será poder

La serie presenta la posibilidad de reencarnar como algo democrático, pero del mismo modo en que funcionan las democracias actuales: todos pueden elegir reencarnar y hacer su vida a gusto, pero solo quienes tienen más dinero pueden explotar esas posibilidades.

Quienes poseen más capital compran las mejores fundas y, hasta cierto punto, controlan los destinos de los otros. Así, la serie es pesimista incluso desde un punto de vista meramente social, pues sostiene que la brecha entre ricos y pobres solo aumentará en el futuro.

Y que pudiendo ver esto no sé cómo puedes estar haciendo otra cosa.

La mente será eterna; el sufrimiento, también

Para la mayoría de las religiones, la eternidad es una idea positiva. No importa que seas musulmán, católico o hindú: la vida es un lugar mayormente doloroso por el cual debemos pasar para llegar a algo mejor. ¿Pero qué ocurriría si la eternidad que realmente nos aguarda no contempla en ningún punto esa posibilidad?

En Altered Carbon, los personajes pueden regresar eternamente, pero están condenados a hacerlo en el mismo punto de partida. El mundo al que regresan es virtualmente el mismo. No hay paz, no hay Paraíso, ni redención posible, y la vida se convierte en una moneda con un valor cada vez menor.

Pero en realidad no pueden morir a no ser que rompan su pila... así que a lo mejor es un pasatiempo del futuro, como ir a los bolos.

La serie ilustra esta idea de un modo poco original pero fácil de entender: a quienes viven muchos años, los llaman “Mats”, por Matusalén, patriarca de la Biblia que vivió 969 años. Matusalén, sin embargo, tenía la esperanza de morir algún día y partir a un sitio mejor, como su padre Enoc, quien se “fue a caminar con Dios”; los Mats de Altered Carbon, en cambio, saben por adelantado que no tienen esa posibilidad.

Con todos los años que han tenido para inventarse un nombre la verdad es que es que tampoco se han comido mucho la cabeza.

Aunque todos los personajes de la serie parecen incompletos como consecuencia de esta realidad, el caso de Kovacs es el ejemplo más claro. Es un hombre forzado a dejar sus principios y al amor de su vida. Esto no quiere decir que sea un héroe completo, pero es fácil identificarse con su situación, mirando con poca esperanza un mundo que a veces se torna demasiado duro.

No solo en Altered Carbon, en general todas las series y películas sobre el futuro lo pintan bastante negro, literalmente. Es importante llevar a mano siempre una rebequita.

No sabemos si Altered Carbon llegará a ser un éxito colosal como el que Netflix espera, pues su primera temporada ya es la más costosa hecha por la compañía. En ocasiones es un poco pretenciosa y grandilocuente, pero su mensaje de fondo es fuerte, y eso basta para que funcione.

Los diez primeros episodios ya están disponibles, y te invitamos a disfrutarlos.

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