Esta semana, los usuarios de Apple han asistido a la declaración no-oficial de la muerte del jailbreak en iOS. Las compañías Cydia ModMyi y MacCiti han anunciado su cierre definitivo, lo que deja a esta práctica de usuarios y programadores libres en una franca bancarrota.
Para usuarios de Apple, nada de esto es una novedad. Desde los primeros años de iOS y el iPhone, se volvió algo cúm hacer el jailbreak (literalmente «fugarse de la cárcel», un término muy ilustrativo sobre esta práctica de evadir las normas de Apple para ampliar las funciones de software del dispositivo).
Apple daba actualizaciones de sus sistema, siempre con limitaciones. Entonces los usuarios realizaban jailbreak a través del uso de núcleos modificados, y allí estaban los repositorios de Cydia y MacCiti. Estos ofrecían aplicaciones modificadas, las populares tweaks que cambiaban todo. O al menos casi todo. Fundamentalmente alteraciones de la interfaz y la inclusión de aplicaciones de versiones modernas de iOS que la App Store no permitía descargar normalmente.
Durante años esta práctica funcionó dentro de un marco legal relativamente ligero. Apple no imponía mayores restricciones a los usuarios que hacían jailbreak, aunque su práctica interfería y anulaba el uso de la garantía.
Las primeras consecuencias que tendrá todo esto son evidentes: las aplicaciones disponibles para dispositivos con jailbreak disminuirán. Esto hará que la práctica quede relegada al ámbito de los nostálgicos más dedicados. También significa que Apple ha vencido, y tendrá -relativamente- mayor control sobre la seguridad y aplicaciones de los dispositivos de los usuarios.
Las razones sobre el cierre de estas dos compañías y el fin del jailbreak son, sin embargo, un poco más complejas de entender. No obstante, todo parece radicar en el impulso de Apple por crear actualizaciones constantes que mejoren y flexibilicen su sistema, conectando mejor con las necesidades cambiantes de los usuarios. Esto deja al jailbreak en un punto que lo hace casi innecesario.
Lo anterior se demuestra en el hecho de que meses después de su lanzamiento, aún no hay un sistema de jailbreak para iOS 11. Tal parece que, con todo y las pequeñas quejas que aún recibe, el sistema operativo de Apple ha llegado a satisfacer a los usuarios a tal punto que ya nadie está interesado en liberar sus dispositivos de otra forma, dejando morir a esta práctica de una vez por todas.
