Viajes alrededor del mundo en 30 minutos: la nueva meta de Elon Musk

Para cualquier mortal, un viaje comercial en cohete alrededor de la Tierra en menos de 30 minutos suena como una bonita utopía, como una meta agradable que quizá algún día se pueda realizar; para alguien como Elon Musk, es una realidad que podríamos realizar a muy bajo costo.

El CEO de SpaceX, acostumbrado como está a sorprendernos con sus ideas, ha vuelto a hacer saltar las alarmas esta semana durante una conferencia, donde explicó que los cohetes que fabrica su compañía podrían hacerse cargo de un viaje de este tipo, por el mismo costo de un billete de avión tradicional. Para dar credibilidad a sus palabras, pasó a mostrar algunas imágenes sobre cómo funcionaria esto, presentando un primer prototipo: el Big Fucking Rocket (BFR):

 

Musk presentó además una demostración de su idea: en un video explicativo, los hipotéticos pasajeros toman un barco desde la costa de New York hasta una plataforma flotante próxima, donde abordarán el BFR. El cohete es lanzado, pero en vez de dirigirse a Marte hace un recorrido por nuestra órbita hasta llegar a su punto de destino (en el ejemplo, es Shanghai). En ese momento el cohete se desprende, la cápsula con los pasajeros cae en una plataforma similar a la primera en la ciudad de destino, y listo. Todo se ha hecho rápido y sencillo, en menos de una hora.

Como se ve, la idea es cuando menos impresionante: estamos hablando de la capacidad de transportar entre 100 y 200 personas a velocidades máximas de 26.000 kilómetros por hora. De hacerse realidad, podría ser el medio de transporte más rápido y efectivo conocido hasta ahora por la humanidad.

Ahora bien, como suele suceder en estos casos, nuestra primera impresión viene acompañada con un poco de escepticismo. Para empezar, el costo de los viajes: los Falcon 9 de SpaceX han utilizado hasta ahora un sistema de combustible conjunto, entre queroseno y oxígeno líquido, y su costo para lanzamientos ha sido de alrededor de 200.000 dólares, lo cual plantea ciertas preguntas sobre si realmente un viaje en un cohete similar podría equipararse a «un billete de avión», ya que los aviones comerciales solo gastan unos 36.000 galones de queroseno en un viaje de 10 horas, representando un costo de 81.300 dólares (a US$2,27 por galón).

Otro aspecto que genera ciertas dudas es la seguridad del viaje y el aterrizaje. Aunque los Falcon 9 han tenido una suerte general a la hora de aterrizar, el riesgo podría incrementar con carga de pasajeros, con lo cual todo debe ser calculado a perfección.

Sea como sea, Musk nuevamente nos ha dado una razón más para soñar. Estaremos ansiosos esperando ver la materialización de esta y otras ideas.

Comments

comments